El ataque del chipirón asesino

10/29/2006 diecisietecosas 2 Comments

Seguro que fue criado en el fondo del mar, con sus hermanitos, maltratado, seguro, porque era el más pequeño y el más lento cuando nadaban de roca a roca escapando de los peces martillo y de los horribles rapes. Él se quedaba el último siempre, y pedía que le esperasen, pero nunca le hacian caso. Y por eso un día lo capturaron. A él y a unos cuantos más, así que igual no tuvo la culpa, el pobre, de seguir a la pandilla de chipirones equivocada. Se dejaron coger, casi por aburrimiento y acabaron en una sarten.
En la mía.
Yo tenía mis armas, tapa-escudo digna de Gladiator, pincho con asa bien larga y años de experiencia en esta guerra a mis espaldas, pero fallé y el pequeño chipirón se vengó.
Como si de una venganza de toda la madre naturaleza se tratase, atacó con su explosión asesina y me dejó cuatro marcas como cuatro soles, cuatro cicatrices, cuatro quemaduras para que nunca me olvide de él.
Sí, sí...ahora me direis que si hay muchos trucos caseros para que no salten, que si limpiarlos bien sacándole todas las tripillas, que si sacarle el ojo a los rabitos, que si secarlos bien...da lo mismo; podría hacer un Congreso sobre preparación de chipirones y aun así, me han ganado.

Me he rendido.
A partir de ahora, cuando quiera comerlos, ¡ me voy a un bar!

2 comentarios :

Encima que lo fríes con los colegas no esperarás que te sonría jejejeje. Eso sí, taban muy ricos!!!

uffff nunca he lo he probado, yo siempre voy al bar jajajaja