Un empresario británico se gastó 150.000 euros en dos entradas para la fiesta benéfica que celebró el pasado domingo el matrimonio Beckham, con motivo del Mundial de Alemania.

Pero al final se quedó en casa, humillado, dice, por el trato que recibió.
Según este buen señor, que es propietario de varias salas de fiesta, gentes del entorno del jugador, le dijeron que debía firmar un acuerdo de confidencialidad y le prohibieron repartir tarjetas de visita, llevar su móvil o su cámara de fotos. Ese acuerdo suponía que si lo firmaba, no podría hablar de la fiesta con nadie, ni siquiera con sus amigos.

Osea, te gastas una pasta en una fiesta benefica super cool con Victoria y David, y no lo puedes contar…!!!!!!!!!!!...ni cotillear sobre los canapés, ni sobre la borrachera de champan que se pilló esa celebrity tan mona...ni contarle a nadie lo mal que le quedaba ese vestido a Victoria…!!!!

Normal que se quede en casa...yo haría lo mismo..mejor verlo en la tele...que siempre puedes cotillear con el de al lado...y nadie te tapa la boca.